El
ducto por donde sale el cable debe sellarse para evitar que a través de
él pueda ingresar agua a la cámara o viceversa. Esto se logra con un
termocontraíble según el siguiente procedimiento:
Con
cintas abrasivas se lijan el extremo del ducto y el cable en la zona donde
se situará el termocontraíble, para mejorar la adherencia y se debe
hacer en forma transversal porque de lo contrario se formarían canaletas
longitudinales por donde podría circular agua.
Sobre el cable, y
entrando 1cm aprox. en la zona del termocontraíble (según marca azul) se
coloca el papel de aluminio autoadhesivo provisto con la caja, que servirá
de pantalla térmica para no quemar el cable. Este papel se alisa con un
elemento romo, como el mango de un destornillador, para quitarle los
pliegues que podrían formar también canales de entrada del agua.
Luego se desplaza el
termocontraíble sobre el ducto y con una pistola de aire caliente se lo
cierra, moviendo la pistola permanentemente para no sobrecalentar el
termo, el ducto o la fibra. Se comienza desde el centro hacia un extremo
hasta que cierre y llegue a asomar el pegamento, y luego hacia el otro
extremo, expulsando de esta manera el aire hacia fuera.
El
termo posee unos pigmentos verdes que al oscurecerse indicarán que ya se
ha alcanzado la temperatura adecuada y máxima para cerrarlo y para
derretir el pegamento. No debe seguir calentándose una zona oscurecida.
Para
el ingreso del cable a la caja de empalme debe realizarse lo mismo, y en
el caso haber dos cables en una misma entrada se utilizará un clip con
pegamento para formar un 8 en el termo como se ve en la siguiente figura:
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